La cifra implica un aumento del 10% respecto del año
anterior y del 22% con relación a 2009
En 2011, más de 300 personas fueron asesinadas por
violencia de género
Publicado el 12 de Enero de 2012 en Tiempo Argentino
Por Lucia
Alvarez
Son cifras del Observatorio de la ONG La Casa del Encuentro.
De ese total, 282 eran mujeres y niñas. El 60% de los femicidas son parejas o
ex parejas. Por estos crímenes, 346 hijos perdieron a sus madres.
Durante el año 2011, más de 300 personas murieron por
violencia machista. Según datos del Observatorio Adriana M. Zambrano, de la ONG
La Casa del Encuentro, entre enero y diciembre, 282 mujeres y niñas fueron
asesinadas por cuestiones de género; y 29 hombres y niños resultaron víctimas
de “femicidios vinculados”. La cifra implica un aumento del 10% respecto al año
anterior, y de un 22% en relación con 2009. Este año, por primera vez, el
Observatorio puso foco además en otros efectos de la violencia de género, entre
ellos, la destrucción de las familias: 346 hijos quedaron sin sus madres. El
60% son menores de edad.
En el relevamiento se confirmaron otras tendencias
vinculadas a este delito, que remueven anclados preceptos sobre el problema de
la inseguridad: la mitad de los asesinatos se cometieron en la vivienda de la
víctima o la vivienda compartida, y seis de cada diez fueron cometidos por
maridos, novios o ex parejas de las víctimas. En 33 casos, los femicidas ya
contaban con denuncias a cuestas, tenían exclusión del hogar o prohibición para
acercarse a sus víctimas. La crueldad con la que fueron cometidos los crímenes
también fue un dato ya conocido: 62 mujeres murieron apuñaladas y 43, a los
golpes.
La Casa del Encuentro lleva cuatro años describiendo casos,
a partir del relevamiento en medios de comunicación. Estas estadísticas son las
únicas con las que se dispone a nivel nacional y han permitido que el tema
cobre relevancia política. Con este trayecto a cuestas, la ONG decidió ahora
dar otro paso, esta vez contra la impunidad: “A partir de un convenio con el
Ministerio Público Fiscal, empezamos una investigación sobre sentencias de
homicidios de mujeres en los juzgados de instrucción. El ánimo es hacer un
diagnóstico general”, señaló Ada Rico, coordinadora del Observatorio.
Todo indica que 2012 será un año en el que la violencia de
género contará con cierto protagonismo. A las declaraciones de la presidenta
del Consejo Nacional de Mujeres, Mariana Gras, sobre la “necesaria
incorporación del femicidio al Código Penal”, se sumaron esta semana las de la
directora del programa “Las Víctimas contra las Violencias” del Ministerio de
Justicia y Derechos Humanos, Eva Giberti, quien aseguró: “Es un tema que tiene
en cartera el senador Aníbal Fernández.”
Otros temas de la agenda legislativa serían la modificación
del Código Civil para la pérdida automática de la patria potestad de los
femicidas y la creación de una asignación económica temporal para las mujeres
víctimas de la violencia de género.
“Creo que hay una decisión del oficialismo de ir a fondo con
algunos temas y que hay consenso entre otros bloques. Por eso estamos llamando
a un pacto político para diseñar un plan nacional para la erradicación de la
violencia de género. Nos tenemos que sentar todos: el Ejecutivo Nacional, los
provinciales, el Poder Judicial, el Legislativo, las organizaciones sociales,
las universidades, los medios de comunicación. Hay provincias que no adhirieron
a la ley de violencia, distritos donde ellas tienen muy pocas posibilidades de
salir de su situación. Esta es una cuestión que no tiene que ver con
oficialismo u oposición: se trata de poner en valor a las mujeres”, subrayó
Fabiana Túñez, de La Casa del Encuentro.
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Publicado el 12 de Enero de 2012 en Página 12
Una mujer asesinada cada 31 horas
Los números reflejan solamente los casos que fueron
consecuencia de violencia de género. De ellos, 32 corresponden a jóvenes de 15
a 21 años asesinadas por sus novios o ex parejas. Como resultado, 346 chicos
quedaron sin madre.
Por Mariana Carbajal
En 2011, cada 31 horas fue asesinada en el país una mujer
por el hecho de ser mujer, de acuerdo con el relevamiento realizado por el
Observatorio de Femicidios en Argentina de La Casa del Encuentro. En total,
fueron ejecutadas 282 mujeres y niñas como consecuencia de la violencia de
género, una cifra que muestra un aumento del 8 por ciento en relación con los
casos detectados el año anterior, según el registro de la ONG. Treinta y dos de
las víctimas tenían entre 15 y 21 años y todas fueron ultimadas por sus novios
o ex parejas (ver recuadro). La epidemia de femicidios dejó a 346 niños y niñas
sin madre, muchos de los cuales muy probablemente arrastren las secuelas de
haber sido testigos y a la vez víctimas de la violencia machista. En la mayoría
de los casos –casi 6 de cada 10–, el autor o principal imputado es el esposo,
novio o ex pareja de la víctima. Para las mujeres, la propia casa puede
resultar más peligrosa que la calle: en la ciudad de Buenos Aires, el 50 por
ciento de los homicidios dolosos de mujeres que tuvieron lugar en 2010 fueron
motivados por violencia intrafamiliar y solo el 27 por ciento, en ocasión de
robo, de acuerdo con una reciente investigación de la Corte Suprema (ver
aparte).
Como cada año, el informe de La Casa del Encuentro llama a la
reflexión sobre las consecuencias de la violencia de género y en esta
oportunidad, la entidad exhortó a avanzar con un acuerdo social entre diversos
sectores para diseñar un plan nacional para la erradicación de la violencia
hacia las mujeres. La Ley 26.485, de “Protección integral para prevenir,
sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres”, sancionada el 11 de
marzo de 2009 y reglamentada en 2010, establece en su artículo 9 que el Consejo
Nacional de las Mujeres (CNM) debe “elaborar, implementar y monitorear un Plan
Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la
Violencia contra las Mujeres” y “articular y coordinar las acciones” para el
cumplimiento de la norma, con las distintas áreas involucradas a nivel
nacional, provincial y municipal, y con los ámbitos universitarios, sindicales,
empresariales, religiosos, las organizaciones de defensa de los derechos de las
mujeres y otras de la sociedad civil con competencia en la materia”, entre
otras responsabilidades.
Las autoridades del organismo sostienen que están trabajando
en la elaboración de un plan desde hace tiempo, pero todavía no lo presentaron.
Desde el 10 de diciembre está al frente del CNM Mariana Gras Buscetto,
militante de La Cámpora, quien venía desempeñándose como subsecretaria en la
Unidad de Coordinación Nacional para la Prevención, Asistencia y Erradicación
de la Violencia contras las Mujeres del CNM y previamente fue directora
nacional de Juventud.
El 2011 se inició con el asesinato de María Laura Córdoba, de
20 años, en la localidad de Villa Hipólita, Santiago del Estero. El informe del
Observatorio de Femicidios precisa que la asesinaron el 1 de enero a golpes de
puño y puntapiés. La ataron a un árbol y la quemaron con un hierro caliente. El
culpable del feroz ataque sería un joven de 32 años, con quien la víctima
mantenía una relación. Tras dejar a la muchacha tirada en el camino, escapó y
fue detenido días después. El hombre tenía denuncias previas por malos tratos y
amenazas de muerte. Ese mismo día fueron apuñaladas en el barrio porteño de
Villa Urquiza Silvina Beatriz Mehaudy, de 44 años, y Sofía Bianco, de 9 años,
madre e hija. El acusado del crimen fue el esposo y padre de la niña, quien
habría sido denunciado previamente por malos tratos.
El listado de femicidios es estremecedor. Baleadas, a
golpes, martillazos, apuñaladas, incineradas: 282 mujeres –entre ellas niñas y
adolescentes–, resultaron asesinadas a lo largo del año por el hecho de ser
mujeres. Veintiocho murieron como consecuencia de quemaduras. El 2011 terminó
con una seguidilla de resonantes femicidios. El cuádruple crimen de La Plata
–ahora sin detenidos– y el asesinato de Carla Figueroa en General Pico, La
Pampa, a manos de su violador y flamante marido, a quien la Justicia había
liberado una semana antes con la polémica figura del avenimiento, entre otros
casos. El comienzo del 2012 se conmovió con otro femicidio: el de la maestra de
San Fernando, Silvia Prigent. Ayer la fiscalía solicitó la detención del viudo
Daniel Sfeir, acusado de homicidio agravado por el vínculo de su mujer (ver
aparte).
El registro lo lleva adelante desde 2008 el observatorio que
dirige Ada Beatriz Rico y coordina Fabiana Túñez. “El femicidio es una de las
formas más extremas de violencia hacia las mujeres, es el asesinato cometido
por un hombre hacia una mujer a quien considera de su propiedad”, destacó
Túñez. El concepto fue desarrollado por la escritora estadounidense Carol
Orlock en 1974 y utilizado públicamente en 1976 por la feminista Diana Russell,
ante el Tribunal Internacional de los Crímenes contra las Mujeres, en Bruselas,
recordó Rico.
El observatorio realiza el relevamiento de los casos
publicados en las agencias informativas Télam y DyN y 120 diarios de
distribución nacional y/o provincial. Contabiliza los homicidios de mujeres por
razón de género, es decir, casos que no tienen que ver con robos, secuestros u
otras situaciones de “inseguridad” urbana. “El término femicidio es político:
es la denuncia a la naturalización de la sociedad hacia la violencia sexista”,
agregó Rico.
En 2010 el observatorio registró 260 femicidios y en 2009,
231 (pero en ese año los medios relevados eran menos, solo 43). De los 282
femicidios, en 106 –37,6 por ciento– el acusado fue el esposo o novio y en 58
–20 por ciento–, la ex pareja. En 23 casos, el padre o padrastro; en 22, un
vecino o conocido; en 14, otros familiares; en 6, hijos; en un caso, un hermano
o hermanastro y en 52, un hombre sin vínculo aparente con la víctima. En al
menos 31 de los hechos, la mujer previamente había hecho denuncias y en 3, el
agresor tenía dictada una exclusión del hogar o prohibición de acercarse a la
víctima.
“Con este informe –apuntó Rico– estamos reclamando la
existencia de estadísticas oficiales sobre violencia hacia las mujeres,
incluidos los índices de crímenes por violencia de género, en articulación con
la sociedad civil y la incorporación en el Código Penal del femicidio, como una
figura penal autónoma, además de la pérdida automática y definitiva de la
patria potestad del femicida, no así de sus obligaciones alimentarías.”
Túñez señaló la necesidad de que todas las provincias
adhieran a la Ley 26.485. “Es necesario considerar a la violencia sexista como
una cuestión política, social, cultural y de derechos humanos; de esta forma se
podrá ver la grave situación que viven las mujeres, niñas y niños en la
Argentina como una realidad colectiva por la que se debe actuar de manera
inmediata”, concluyeron las especialistas.
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Víctimas de noviazgos violentos
Por Mariana Carbajal
Treinta y dos chicas de entre 15 y 21 años fueron víctimas
de femicidios durante el último año. En todos los casos, el principal
sospechoso o imputado fue su novio o ex pareja. Algunas estaban embarazadas. El
dato surge del informe del Observatorio de Femicidios en Argentina de La Casa
del Encuentro, que recopila todos los casos registrados en la prensa en 2011.
Una de las adolescentes asesinadas fue Ángela Alomo, de
apenas 16 años, de La Banda, Santiago del Estero. Sufrió quemaduras en el 60
por ciento del cuerpo y tras dos días de agonía, falleció en un hospital. Según
precisa el informe de la ONG, “detuvieron como presunto autor del ataque a su
pareja, un hombre de 22 años, sospechado de rociar con alcohol a la víctima y
prenderle fuego”. El hecho sucedió en la habitación de una pensión, que la
pareja alquilaba. “De acuerdo con la investigación, momentos antes al pedido de
auxilio de la mujer, se escuchó una fuerte discusión entre la joven y Castillo.
Otras personas alojadas en el lugar auxiliaron a la adolescente, que en esos
momentos se encontraba cubierta por el fuego y pedía que salvaran a su hija de
7 meses, que también sufrió quemaduras, aunque de menor consideración”, precisa
el informe. Ángela murió el 8 de marzo.
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Viviendo con el enemigo
Un estudio del Instituto de Investigaciones de la Corte
Suprema sobre los homicidios dolosos cometidos en la ciudad de Buenos Aires
confirmó un dato estremecedor: las mujeres corren más riesgo de ser asesinadas
en sus propias casas, a manos de un hombre de su entorno íntimo, que en la
calle. Del total de homicidios dolosos de mujeres ocurridos en 2010, el 50 por
ciento se produjo en el marco de situaciones de violencia intrafamiliar y sólo
el 27 por ciento en ocasión de robo. Ese año hubo en el territorio porteño 168
hechos. El 14 por ciento tuvo como víctimas a mujeres. De los asesinatos de
varones, sólo el 5,84 estuvo vinculado con violencia intrafamiliar; el 28 por
ciento, con robos; el 23 por ciento, con riñas; el 7,3 por ciento, con legítima
defensa, y en un 31 por ciento no se conoció el móvil. El informe fue
presentado en diciembre por el juez de la Corte Eugenio Zaffaroni.
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