ARGIBAY DIO UNA CONFERENCIA EN TRIBUNALES

La ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Carmen Argibay brindó ayer una conferencia sobre “Violencia de género y discriminación contra la mujer” en los Tribunales de Lomas de Zamora. Ante un auditorio colmado, la jueza recalcó que el fenómeno "no es una cuestión de clases" y advirtió que "en el 80 por ciento de los casos de violencia doméstica las víctimas son mujeres". Durante su disertación también se refirió a la despenalización del aborto. "No me parece que el aborto sea algo bueno, pero creo que las mujeres tienen que tener derecho a decidir qué hacer”, opinó.
La ministra de la Corte Suprema de Justicia de la Nación Carmen Argibay visitó ayer los Tribunales de Lomas de Zamora para ofrecer una conferencia sobre un tema que preocupa a la sociedad y que cada vez se hace más visible en todos los sectores sociales, la discriminación y la violencia contra las mujeres.
“Esto no es una cuestión de clase, se da en todas, y la mayor parte está en la clase media”, aseguró.

La charla, organizada por el Consejo Departamental Lomas de Zamora del Instituto de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, tuvo como objetivo “alertar sobre las formas en que la sociedad discrimina a la mujer o ejerce violencia sobre ella”.
De esta manera, en su disertación, la jueza hizo referencia a los ejemplos con los que se encuentra en su ámbito de trabajo, las frases que se escuchan y las situaciones que se viven a diario. También aportó las estadísticas que maneja el Máximo Tribunal y que sustentan la preocupación.

“La oficina de Violencia de Género de la Corte ha comprobado, con estadísticas que son fieles, reales y confiables, que el 80 por ciento de las víctimas de violencia doméstica son mujeres; el 17 por ciento son niños y sólo el 3 por ciento son varones adultos que no necesariamente son golpeados por mujeres si no por otros varones”, aseguró Argibay.
Analizó, además, que esto es un fenómeno que se repite en todo el mundo y que ocurre de la misma manera, ya que la forma en que actúan tanto los hombres como las mujeres que son víctimas son similares
En esta línea, a través de la presentación de una serie de diapositivas, señaló que esta tendencia “se viene arrastrando desde hace siglos” y señaló cómo quedó reflejada en muchos escritos a lo largo de la historia, en los que siempre la mujer ocupó un lugar de inferioridad respecto al hombre.
“Las reglas de la civilización han sido impuestas por los hombres, disfrazadas con un tinte cultural y religioso, pero todavía hay muchos ejemplos de esa situación”, indicó.
En este sentido, mencionó el caso del juez de la Suprema Corte de Justicia de Tucumán René Goane, quien fue denunciado por discriminación luego de decir que “desde que se intensificó el ingreso (al ámbito judicial) de personal femenino, se trabaja menos tiempo”
“Las mujeres trabajamos el doble, salimos de un trabajo y entramos al otro. Cuando llegamos a nuestras casas somos expertas en muchas cosas, somos cocineras, niñeras, maestras. Y los horarios de tribunales también los impusieron los hombres”, apuntó la ministra en alusión a los dichos de su colega tucumano.
Al final del encuentro también se refirió a otro debate que está en puerta, la despenalización del aborto.
“Mi posición es conocida, no me parece que el aborto sea algo bueno, pero me parece que las mujeres tienen que tener derecho a decidir qué hacer en cada caso”, sostuvo.
Argibay fue la primera mujer que integró la Corte Suprema de Justicia, y jueza de Primera y Segunda Instancia en el Fuero Criminal de la Nación. Fundó la Asociación de Mujeres Jueces de Argentina y formó parte del Tribunal Internacional de Mujeres sobre Crímenes de Guerra para el Enjuiciamiento de la Esclavitud Sexual.
Entre el público, compuesto por más de 200 personas, estuvieron jueces de los tribunales de Familia, de la Cámara en lo Correccional y Penal, de Garantías y de la Cámara Civil y Comercial. También se hicieron presentes varios docentes, miembros de organizaciones barriales y el director de la revista “No hay Derecho”, Alberto Bovino, además de los organizadores del evento: los jueces Emilio Villa Mayor y María Silvia Villaverde.